El movimiento expansivo que vienen
llevando a cabo los capitales internacionales, con sus consiguientes
efectos sobre la geografía argentina y la disponibilidad de los
recursos locales, no sólo provoca el rechazo de ambientalistas sino que
también motiva el surgimiento de acciones legales que apuntan a limitar
el negocio de las mineras. En ese sentido, el diputado Fernando
Solanas, líder de Proyecto Sur, acaba de presentar un proyecto que, de
ser aprobado, prohibirá la explotación minera a cielo abierto. También
inhibe la posibilidad de usar agua de ríos o vertientes para la
extracción de minerales, y propone el establecimiento de monitoreos y
multas con el fin de evitar acciones negativas sobre el medioambiente.02-08-10
Por Patricio Eleisegui
La avanzada de inversores y grandes corporaciones extranjeras sobre la Argentina no reconoce límites.
En una primera etapa, tal como diera
cuenta iProfesional.com en diversas notas de investigación, esta
avalancha de grupos foráneos derivó en un traspaso a manos foráneas de
vastas extensiones de tierras, grandes reservorios de agua dulce,
bosques, selvas, plantaciones y un sinfín de recursos naturales. A tal
punto que la superficie bajo su dominio es comparable a la de todo el
territorio uruguayo.
Sin embargo, esto es apenas una parte de la realidad. Existe otra, que viene dada por la toma de control del subsuelo argentino.
Es sabido que, en términos de minería, el
país posee una riqueza envidiable. El problema es que quienes la
explotan son otros. Y así lo harán por muchísimos años.
Oro, plata, cobre y uranio, entre otros
materiales, son extraídos de la tierra para ser sacados del país y
comercializados en otras latitudes.
Incluso la Argentina figura entre los
principales poseedores de la llamada “materia prima del futuro”: el
litio, elemento indispensable para la fabricación de autos eléctricos,
baterías de celulares y notebook, entre otros usos.
Ahora bien, ¿quiénes son los que se
benefician con esa riqueza digna de ser envidiada? Grupos económicos de
Canadá, Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Suiza y Brasil.
Grandes corporaciones internacionales de
dichos países son las que se han repartido el control y la extracción
de estos minerales estratégicos.
El proceso (consistente en la extracción
y posterior salida a otros destinos) no genera ganancia alguna para el
país dado que, por la normativa vigente, las compañías no tienen
obligación de ingresar a la Argentina la gran cantidad de divisas que
perciben por los minerales extraídos.
Por ejemplo: la gran riqueza en oro que
posee el territorio lo convirtió en el segundo productor regional. Sin
embargo, el Estado apenas recoge el 3% de las ganancias en concepto de
regalías.
Incluso ese porcentaje, explicaron especialistas a iProfesional.com, se reduce a apenas un 1,8 por ciento.
Esto es así dado que las empresas mineras
gozan de un régimen por el cual se les permite descontar todos los
costos relacionados con la extracción del material, del total a pagar a
cada provincia.
“La minería de relevancia, más conocida
como ‘megaminería’, es toda propiedad de compañías extranjeras en este
momento. La participación argentina se redujo a la extracción de cales
o materiales para el cemento. Las empresas locales, a lo sumo, pueden
llegar a ser proveedoras. Pero la explotación de las principales
riquezas está en manos de capitales externos”, enfatizó a
iProfesional.com, María Fernanda Reyes, diputada nacional por la
Coalición Cívica (CC).
“Una de las irregularidades más grandes
pasa porque en sí, no se sabe a ciencia cierta qué es lo que se extrae
exactamente. Muchas firmas declaran que explotan una cosa, pero en la
misma extracción también se llevan otros tipos de minerales”, afirmó
Reyes.
La diputada también hizo referencia a la
detección de “muchos casos de contrabando de minerales” y señaló
procedimientos un tanto difusos en las declaraciones juradas de algunas
empresas.
Los “dueños” del subsuelo celeste y blanco
La Argentina cuenta con recursos clave, por su escasez y porque éstos revisten el carácter de “estratégicos”, de cara al futuro.
Y es por esta cuestión que hasta gigantes
como China ya posaron su mirada en estas tierras (ver nota: Un
“elefante asiático” avanza en silencio sobre empresas y sectores clave
de Argentina).
En este contexto, y en lo que a la riqueza del suelo se refiere, grandes corporaciones de origen:
- Canadiense (Barrick Gold)
- Anglo-suiza (Xstrata Copper)
- Estadounidense (Coeur D’Alene)
- Australianas (BHP Minerals)
- Brasileñas (Vale do Río Doce)
Entre otras, son algunas de las “peso pesado” que controlan las grandes explotaciones que se realizan en estas tierras.
Tras una pormenorizada investigación,
iProfesional.com, obtuvo el detalle de las principales explotaciones
del país, sus respectivas ubicaciones, y las compañías que las
controlan:
“En Catamarca una empresa extranjera
acaba de comprar 117.000 hectáreas con una población adentro de 300
familias. Todo por la minería, que genera riquezas para las compañías
de afuera y en la zona sólo deja daño ambiental” había asegurado a
iProfesional.com Pablo Orsolini, diputado nacional de la UCR por el
Chaco y ex vicepresidente de la Federación Agraria (ver nota:Buscan
frenar avalancha de extranjeros, tras "adueñarse" de recursos clave del
país).
”Precisamente Catamarca, Tucumán, La
Rioja y San Juan son ejemplos de la contaminación de las aguas por el
uso de arsénico para la extracción de oro”, resaltó.
No al IVA, Ganancias y otras cuestiones
El marco legal vigente no sólo habilita
al capital extranjero para ejercer el control de recursos estratégicos,
sino que además les permite obtener ganancias y pagar sólo regalías.
“Las empresas que se llevan los
principales minerales de la Argentina, por leyes de promoción del
sector, se ven exceptuadas de pagar IVA, impuesto al cheque y sellos,
entre otros conceptos. También tienen beneficios en lo que hace al
impuesto a las ganancias. Y carecen de la obligación de reingresar al
país las divisas que obtienen por la venta del producto final en el
exterior”, indicó Reyes, de la Coalición Cívica.
En efecto, desde 1993, tras la sanción de
la ley 24.196, las mineras gozan de un régimen de estabilidad fiscal
por el término de tres décadas, a partir de la fecha de presentación
del estudio de factibilidad de un proyecto.
“Esto significa que todos los beneficios,
exenciones, desgravaciones e incentivos no pueden modificarse por el
término de 30 años. Este régimen alcanza a los impuestos directos,
tasas y contribuciones impositivas, derechos aduaneros, y derechos de
importación y exportación”, remarca el documento.
“En otras palabras, el régimen de
estabilidad fiscal impide que la carga tributaria total de los sujetos
alcanzados por estos beneficios pueda incrementarse por el término de
30 años, a nivel nacional, provincial y municipal. Los sujetos
alcanzados no se ven afectados por la creación de nuevos impuestos, el
aumento de alícuotas, la derogación de exenciones otorgadas, la
eliminación de deducciones admitidas, etc.”, añade.
Reyes aseguró que, además, las compañías
obtienen la restitución del IVA si sacan los minerales fuera de la
Argentina, a través de los puertos patagónicos.
En ese sentido, el estudio de la
Coalición Cívica precisa que, desde 1993, “el Estado reintegra un
porcentaje sobre el valor de las exportaciones realizadas a través de
los puertos incorporados a la ley aplicable, esto es, los puertos o
aduanas al sur del Río Colorado”.
“La alícuota de reembolso se incrementa a medida que el puerto se encuentre en una zona más austral”, puntualiza.
Por otro lado, la imposición en su
momento de retenciones al sector tampoco le significó a las firmas un
desembolso de relevancia.
“Los derechos de exportación son apenas
del 5 por ciento. En su momento, muchas provincias se opusieron a que
éstos entraran en vigencia, por temor a que las empresas los declarasen
como costos, como hacen con parte del 3% que deben pagar de regalías”,
apuntó Reyes.
La legisladora sostuvo que, de sumarse
todas las exenciones que benefician la labor de las compañías
extranjeras, “éstas terminan dejándole prácticamente nada al país,
mientras siguen sacando minerales a destinos como Francia o Alemania
para su procesamiento”.
Oro y plata (por su histórico peso
económico), cobre, zinc y plomo (por su permanente uso industrial),
uranio y litio (por su riqueza energética), y potasio (clave para la
agroindustria), son algunas de las materias primas que concentran los
desembolsos de las corporaciones internacionales.
Ejemplos que asombran
1. El caso de Bajo de la Alumbrera
(Catamarca): en términos de relevancia, este yacimiento aparece como el
máximo exponente de esta “extranjerización” de la riqueza mineral.
Es controlado por la firma anglo-suiza Xstrata Copper y las canadienses Goldcorp y Northern Orion.
Bajo de la Alumbrera es considerada la
mina de oro más importante del país. Mediante la aplicación de procesos
de trituración, molienda y flotación en gran escala, el yacimiento
genera unas 700.000 toneladas de concentrados por año, que contienen
190.000 toneladas de cobre y alrededor de 600.000 onzas de oro.
Este material, con el agregado de agua:
- Es bombeado hasta la provincia de Tucumán, través de un mineraloducto de 316 kilómetros.
- En esa provincia, la mezcla es filtrada en una planta de separación para luego ser trasladada por ferrocarril hasta Santa Fe.
- De ahí, el mineral es derivado a plantas de procesamiento en el exterior.
- El oro que se extrae tiene como destino final los mercados de China, India, Japón, Alemania, España y Finlandia, entre otros.
De acuerdo a fuentes especializadas del
sector, las compañías que tienen a su cargo la explotación del
yacimiento habrían sido denunciadas en innumerables oportunidades por
la utilización indebida de fertilizantes corrosivos, y contaminación
ambiental con arsénico, cadmio, cobre, mercurio, plomo y selenio.
2. El caso Pascua Lama (San Juan):
también, en lo que hace a la explotación del metal precioso por
excelencia, se destaca la canadiense Barrick Gold, que tiene a su cargo
los proyectos Veladero y el controvertido Pascua Lama.
La empresa concretó este año una
ampliación de su primer yacimiento, para así alcanzar una producción
diaria de 85.000 toneladas de material, y puso en marcha su segunda
iniciativa –que incluye trabajos en el lado chileno de la cordillera–.
Pascua Lama viene sufriendo críticas desde que la iniciativa fuera anunciada por estar ubicada en una zona rodeada de glaciares.
3. Pachón (San Juan): orientado a la extracción de cobre.
La explotación es controlada por Xstrata
Copper, el yacimiento tiene una vida útil estimada de 25 años, y su
producción está destinada a abastecer plantas de refinamiento en Japón,
Corea, Taiwán y Norteamérica.
El yacimiento es rico, además, en molibdeno, un mineral de amplio uso en el desarrollo de aleaciones.
4. Agua Rica (Catamarca): representa otra
de las grandes apuestas de las grandes corporaciones. A cargo de la
australiana BHP Minerals, la inversión pautada para el desarrollo total
del yacimiento es de $9.000 millones, y su actividad se ajusta a la
explotación de cobre y oro.
Con inicio de producción pautado para
2012, Agua Rica enfrenta en la actualidad una fuerte oposición por
parte de ambientalistas y personalidades del ámbito político.
La causa: la potencial contaminación de
aguas y tierras por la aplicación de cianuro, sustancia que se utiliza
para separar al metal precioso de otros elementos. En ese aspecto, la
Unión Europea prohibió este año su utilización en la actividad minera,
producto de su nocividad para el medioambiente.
5. Potasio Río Colorado (Mendoza): se
destaca por el fuerte desembolso comprometido por la brasileña Vale
para toda la iniciativa: 7.000 millones de pesos.
La pelea por la materia prima del futuro
Mención aparte merece la llamada batalla
por el litio. En la actualidad, norteamericanos, japoneses, coreanos y
chinos aparecen como los impulsores de una ola de proyectos y
explotaciones que, con epicentro en la Puna argentina, acumulan
desembolsos millonarios:
- FMC Minera del Altiplano –controlada por la estadounidense FMC Corporation.
- Ady Resources, bajo del dominio de una firma australiana.
- Lithium Ameritas, bajó la orbita de una compañía canadiense (asociada con la autopartista Magna).
Entre otras, son parte de una avanzada
que, en pocos meses, ha venido sumando más participantes en esta
contienda por hacerse del mineral.
Un proyecto para frenar la megaminería
El movimiento expansivo que vienen
llevando a cabo los capitales internacionales, con sus consiguientes
efectos sobre la geografía argentina y la disponibilidad de los
recursos locales, no sólo provoca el rechazo de ambientalistas sino que
también motiva el surgimiento de acciones legales que apuntan a limitar
el negocio de las mineras.
En ese sentido, el diputado Fernando
Solanas, líder de Proyecto Sur, acaba de presentar un proyecto que, de
ser aprobado, prohibirá la explotación minera a cielo abierto. Es
decir, el tipo de actividad que desarrollan hoy los gigantes del
segmento.
La propuesta, también lleva la firma de
Felipe Solá, Margarita Stolbizer, Jorge Obeid, Claudio Lozano y la
entrevistada, María Fernanda Reyes, entre otros funcionarios.
También inhibe la posibilidad de usar
agua de ríos o vertientes para la extracción de minerales, y propone el
establecimiento de monitoreos y multas con el fin de evitar acciones
negativas sobre el medioambiente.
El texto, al que accedió iProfesional.com, pone entre sus prioridades el cuidado de las fuentes acuíferas:
“Se utilizan y contaminan grandes
cantidades de agua, que son el principal insumo en el proceso
extractivo. Es obtenida de ríos, glaciares y acuíferos cercanos a los
proyectos, a razón de varios cientos o miles de litros por segundo. En
razón de ello, las explotaciones se sitúan en el origen de las cuencas
hídricas y en las proximidades de las reservas de agua fósil”, se
advierte en el proyecto.
“Según un estudio publicado por la
Secretaría de Minería en relación al proyecto Veladero, en San Juan, el
consumo nominal de un proyecto que ocuparía 360 personas funcionando en
régimen sería de 3.250 m³/día (3.250.000 lts/día), es decir la cantidad
de agua que consumiría un pueblo de 40.600 habitantes en un día".
En otro apartado, sostiene: “El proyecto
La Alumbrera tiene una potencia instalada de 15.000 KW. La energía
consumida se acerca a los 72.720 MWh/año” de modo tal que representa
“el equivalente para abastecer a una ciudad de 48. 500 habitantes. Es
la mayor empresa de la Argentina en términos de consumo eléctrico”,
señala.
El documento va más allá: “Mientras se
habla de crisis energética en el país y se solicita a la población
utilizar lamparitas de bajo consumo, sólo este emprendimiento
representa el 68% de todo el mercado provincial (catamarqueño) y el 15%
del NOA (Noroeste argentino)”.
Así las cosas, queda claro que la riqueza
estratégica del subsuelo argentino, de cara a los próximos años,
resultará harto comprometida.
“Desde los 90 se ha creado toda la
legislación posible para fomentar el saqueo. De esta forma,llevamos
años de empresas llevándose los minerales casi gratis. De persistir en
el tiempo, esto se terminará cuando ya no haya más nada que extraer del
suelo argentino”, se quejó la legisladora. www.ecoportal.net
Patricio Eleisegui - Julio 2010 - http://www.iprofesional.com
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